Otro de los recuerdos que viene a mi mente, tiene que ver con mi primer día de clases en el jardín de infantes. En realidad, no tengo memoria de haber tenido un proceso de selección o de aprobación como el que se tiene en la actualidad, de hecho, no recuerdo haber pisado el jardín de infantes en días anteriores a mi primer día de clases y creo que eso se debe básicamente a que, desde pequeño me ha gustado la tecnología y empecé a aprender las lecciones básicas sobre los números y las letras a través de la televisión con el programa de Plaza Sesamo.
Mi rutina frente a la televisión empezaba poco después de la hora del almuerzo con el programa “La mujer y el hogar” con Evangelina de Chauvin, del cual mi mamá era fanática por las recetas de cocina, luego, venía el momento para mi solo, empezando con Plaza Sesamo, seguida por Kimba, Meteoro y Ultra 7. Para ese momento, empezaban las novelas como “Ana del aire”, "Mundo de Juguete" y otras por el estilo, ese era el momento para salir al patio de la casa y empezar a soñar con aquello que todos los niños sueñan. Al entrar nuevamente a casa, como en aquel tiempo no se satanizaba al café para los niños , me esperaba siempre una taza de café con alguna delicia preparada por mi mamá en la tarde, y culminaba mi día de aprendizaje televisivo, con una mirada a la historia del país en un programa corto que desarrollaba el insigne poeta, escritor e historiador Ricardo Descalzi.
Volviendo a mis días de escuela, recuerdo que, para el inicio de mi vida estudiantil, me compraron una parada completa de ropa hecha de tela jean. Así, vestido con zapatos negros, pantalón jean, camisa blanca y chompa de jean fui a aquel que sería mi segundo hogar durante mi educación pre escolar, primaria y secundaria, o al menos eso estaba planificado. Con esa ropa y el pelo que me tapaba las orejas, realmente solo me faltaba el letrero de “patéenme” en la espalda, ventajosamente, los 70’s eran una época aun inocente en la franciscana ciudad de Quito y sus colegios.
Inicié mis estudios en el Jardín de Infantes del Colegio Cardenal Spellman de varones, una institución educativa regida por los sacerdotes salesianos. Estaba ubicado en el sector de la Floresta, donde actualmente se encuentra la Universidad Politécnica Salesiana y, en el lugar donde ahora se asientan algunos edificios de la Escuela Politécnica Nacional y el American Junior College se encontraba el Colegio Americano de Quito.
El jardín, era una casa antigua, vieja, con “olor a viejo… en serio” con pisos de madera y un patio grande, enclavada donde posteriormente los salesianos construirían el Coliseo del Colegio Spellman y que ahora es el Coliseo de la Universidad.
La ñaña Consuelo me llevaba a clases pues para esa época estudiaba en la Universidad Católica del Ecuador, así que tení contacto con el ambiente universitario a diario JE JE JE.
Yo gozaba el pasar por los predios universitarios temprano en la mañana y ver el ajetreo de los estudiantes universitarios, que con el tiempo no ha cambiado, lo único diferente ahora son los edificios nuevos y las minifaldas...